Viajar Sola: La mejor experiencia de mi vida

Muchas veces no viajamos porque no encontramos compañeros de viaje o no encontramos a alguien que se acomode a nuestro estilo de viajar, así que ¿por que no viajar solos?

Aunque siempre me he considerado una mujer independiente y valiente, no puedo negar que a pesar de que desde pequeña soñé con viajar en solitario por el mundo, lo aplacé por mucho tiempo por miedo a estar en un lugar desconocido completamente sola o a aburrirme. Estaba completamente equivocada.

Montaña de los 7 colores, Cuzco, Perú

Crecí con unos papás y hermanas maravillosos que me han convencido siempre de que las mujeres somos fuertes y capaces de salir adelante por nuestra cuenta, pero lastimosamente vivimos en una sociedad en la que algunas personas aún piensan que las mujeres que viajan solas están locas, están «dando papaya» o lo hacen porque no fueron capaces de conseguir con quien. Y sí, todas esas cosas las escuché cuando preparaba mi viaje. También en el transcurso de éste encontré a varios hombres que me decían «Ay, ¿viajando solita? ¿No le da miedo? ¿Cómo es que sus papás la dejaron?, si yo fuera mujer mis papás no me habrían dejado». Mi respuesta siempre fue lo más educada y relajada posible, pero por dentro siempre pensaba: «Si yo fuera un hombre de la misma edad ¿Me estarían preguntando lo mismo?» y sé por experiencias de otras viajeras que no soy la única a la que le hacen este tipo de comentarios.

Viajé a Perú y Ecuador por tierra desde Bogotá completamente sola y fue la mejor experiencia de mi vida, entendí que todos esos miedos que tenía quedaron reducidos a nada apenas llegué a mi primer destino. Así que chicas que están dudando si aventurarse a viajar solas, les digo HÁGANLO, es una experiencia que no tiene comparación y si no son chicas, también les digo que viajar solo es una experiencia sumamente enriquecedora y considero que es fundamental hacerlo al menos una vez en la vida. Así que aquí les voy a decir las cosas que aprendí en ese viaje y algunos tips.

¿Qué aprendí?

  • Viajando solos en realidad nunca estamos solos, aprendemos a conocer personas en lugares y situaciones que nunca pensaríamos, en los hostales, en el bus, compartiendo un taxi, en una caminata, en un tour, en un bar, en un museo, en una fila, básicamente en cualquier lugar. Es cosa de disposición y de estar abierto a conocer personas diferentes.
  • Aunque conozcamos muchas personas en el viaje, lo bueno de viajar solos es que si queremos tomarnos un día solo para nosotros podemos hacerlo en cualquier momento. No dependemos de nadie más que de nosotros mismos, si queremos quedarnos en el hostal todo el día durmiendo lo podemos hacer, si queremos salir y caminar hasta no poder más también podemos, si nos aburrimos en un lugar y queremos irnos a otro somos libres de irnos en cualquier momento, si por el contrario estamos muy acostumbrados podemos quedarnos los días que queramos. Podemos organizar nuestro itinerario como nos plazca y hacer solo las cosas que nos gustan al ritmo que necesitemos.
  • Aprendí a conocer mis límites físicos y mentales, a saber cuando debo dejar de forzar mi cuerpo a hacer algunas cosas. A no extralimitarme en diversión o en ejercicio.
  • Si hay algo que me sorprendió aprender y me dejó una enseñanza en todos los aspectos de mi vida es que a veces queremos hacerlo todo, conocer todos los lugares, pero eso no es posible en todas las ocasiones. Así que se debe aprender a considerar cuales cosas se pueden sacrificar (dejar para después) y cuales son las que indudablemente no podemos descartar. Mochileando a veces no tenemos suficiente dinero para todo, así que debemos decidir a cuál de los lugares no vamos a ir.
  • Encontré la forma de estar completamente cómoda con mis pensamientos, a no aburrirme pasando tiempo sola y a darme tiempo para solucionar mis conflictos internos.
  • Viajar solo, enseña a manejar de forma óptima el dinero, a hacerlo rendir y no gastar en cosas innecesarias. A buscar formas de generar dinero durante el viaje (si este se acaba) y a gerenciarlo de forma correcta para ir a los lugares que deseamos.
  • En general, las personas latinoamericanas (no se si en el resto del mundo) son sumamente amables, están dispuestos a ayudar y dar la mano cuando nos ven perdidos o en problemas. Hay generosidad por parte de muchos locales que nos brindan desinteresadamente comida, refugio, consejos, una buena conversación.
  • Las situaciones en que nos sentimos en peligro son las que nos fuerzan a aprender a reaccionar, aprendemos a solucionar problemas que no tendríamos en la cotidianidad y es de dichas situaciones que aprendemos lecciones de vida que nos servirán a diario al volver a casa.
  • No todos los días son buenos y hay que estar, dentro de lo posible, preparados para eso. Habrán días de frustración, de extrañar nuestra casa, familia y amigos. Días en los que estemos agotados o enfermos y situaciones en las que nos preguntemos ¿por que carajos me vine por acá solo o sola?. Pero la verdad es que siempre ocurre algo que nos recuerda las cosas buenas del viaje y las razones por las cuales lo emprendimos.

Tips Viajeros

  • El instinto es la forma en que nuestra mente reacciona a situaciones en las que se siente en peligro, siempre confíen en su instinto. Si una situación no se siente bien, es mejor salir de ella. En el fondo sabemos cuales decisiones pueden traer consecuencias negativas.
  • Creo que cada persona proyecta una energía diferente, hay personas con las que nos sentimos a gusto y otras con las que definitivamente no. Como les dije anteriormente, esto hace parte del instinto. Si no nos sentimos cómodos con alguien simplemente tenemos que entender que estamos en todo el derecho de irnos, aprender a decir no en algunas situaciones es fundamental. Tristemente hay personas malas, que hacen daño a otras sin razón alguna, pero esto no quiere decir que tengamos que desconfiar de todo el mundo, es más una cuestión de no pecar por exceso de confianza, es necesario tener las precauciones de costumbre pero sin excederse.
  • Viajar es salir de nuestra zona de confort y la mejor forma de disfrutarlo es relajarse y dejarse llevar por las cosas nuevas, estar abierto a conocer personas totalmente diferentes, arriesgarse a probar experiencias que nunca habíamos tenido, entender que todo (lo que nos gusta y lo que no) trae una enseñanza, degustar comida distinta, darse incluso la posibilidad de descubrir nuestros talentos y afición por cosas que no pensábamos que nos iban a gustar.
  • Si el problema de viajar es la parte económica, lo que funciona para mi es fijar una meta, escoger un lugar con el que sueñe, hacer un presupuesto aproximado de cuanto dinero voy a necesitar, fijar una fecha realista, evaluar cuanto dinero necesito ahorrar por día y trabajar en ello hasta lograr la meta.
  • Me encanta tomar fotografías de todo, pero es necesario aprender a no quedarse pegado a la cámara porque a través del lente no se ve igual y podemos perdernos el paisaje. Al final, aunque las fotografías son un excelente recuerdo, puedo decir que no transmiten ni la mitad de las cosas que vivimos, lo verdaderamente importante es lo que queda en nuestra memoria. Los recuerdos vendrán de los lugares que vimos, las personas que conocimos, los olores locales, los paisajes que nos quitaron el aliento, las buenas y (¿por que no?) también las malas experiencias.
  • Hablar con locales y otros viajeros nos ayuda a descubrir los mejores lugares para comer o dormir, también nos puede brindar información de seguridad y de lugares escondidos que son poco promocionados turisticamente.
  • La tecnología y las aplicaciones han traído muchas facilidades, herramientas como couchsurfing, blablacar, polarsteps, airbnb, booking y muchas más por el estilo ayudan a conseguir hospedajes más económicos, recomendaciones, experiencias de otros viajeros y ayudan a conocer personas que están en el mismo plan que nosotros. Si tiene miedo de perderse en una ciudad desconocida recomiendo usar Google maps, la mayoría de las veces no tenemos Internet todo el tiempo por lo cual podemos descargar el mapa de la ciudad que vamos a visitar para poderlo ver sin Internet y luego borrarlo cuando ya no lo necesitamos. También con maps podemos ver algunas rutas de bus o metro en ciertos lugares para facilitar el transporte público local.
  • Todas las ciudades grandes tienen un nivel de inseguridad, eso no es un secreto, pero no debemos dejarnos asustar por las cosas que escuchamos, podemos tener precauciones básicas pero no dejar de ir a un lugar solo por las experiencias negativas que escuchamos de este.
  • Como principiantes siempre cometemos algunos errores que vamos corrigiendo en el camino. Los más comunes son: mandar a lavar toda la ropa y no dejar algunas piezas disponibles para usar mientras tanto, no llevar la ropa apropiada para el clima en el que vamos a estar o para las actividades que vamos a realizar, cargar exceso de ropa y cosas que no son tan necesarias recuerde que nosotros somos quienes tenemos que cargar nuestra maleta y nuestra espalda es la que va a soportar ese peso.
  • Si a usted le gusta hacer trekking como a mi, le recomiendo invertir cuando pueda en unas buenas botas de agarre con soporte de tobillo y usarlas unos días antes de iniciar un viaje para acostumbrarse a ellas. También es importante comprar una buena maleta con la que se sienta cómodo, tener que cargar una maleta pesada a dos manos en lugar de en la espalda cansa mucho y limita en algunas ocasiones. Cargar maní, sandwich, barras energéticas o cualquier otro snack puede salvarlo de pasar hambre en algunos lugares donde no va a conseguir comida fácilmente.
  • Muchas veces por ahorrarnos dinero arriesgamos nuestra salud y seguridad. Sé que muchas personas viajan mucho más económico, pero recuerde que no todos los organismos reaccionan igual a la comida, así que si bien comer en mercados locales es delicioso, hay personas que se intoxican y el dinero que nos ahorramos en comida puede que lo tengamos que gastar en servicios médicos o perdiendo unos días de viaje. También a veces nos quedamos en lugares que están rodeados de inseguridad solo porque son más económicos y no tenemos en cuenta que hay mayor riesgo de que nos roben y perder el dinero que llevamos.
  • En el momento de elegir un hostal tengamos en cuenta si el precio incluye o no desayuno, también llevar nuestro propio candado ya que casi todos los hostales tienen lockers. Si vamos a hacer un tour, podemos preguntar en varias empresas para obtener un buen precio (a veces nos ven la cara de turistas y se exceden en el precio) y regatear sin menospreciar el trabajo de las personas que los ofrecen.
  • Si no queremos que todas sus fotos sean selfies, podemos pedirle a algún otro viajero que nos haga el favor de tomarnos una foto, obviamente a una persona que no veamos que va a salir corriendo con nuestro celular o cámara. Es más, en muchas ocasiones las personas se ofrecerán amablemente a tomarnos la foto.
  • Antes de tomar algún servicio (masajes, degustaciones, taxis) pregunte cuanto le van a cobrar o si es realmente gratis para evitarse mal entendidos y disgustos.
  • Respetar las costumbres y normas de los lugares a donde vamos, recordemos que somos los visitantes y no debemos juzgar la forma de vivir que se tiene en culturas diferentes a la nuestra. También respetar el medio ambiente, si generamos basura podemos llevarla de vuelta con nosotros hasta que encontremos un lugar destinado para depositarla, no hagamos lo que no le gustaría que hicieran otros viajeros en nuestro país.

Espero que esta información les sirva para sus próximos viajes y mi consejo es que disfruten cada momento de su viaje, esos son de los mejores recuerdos que tendrán para toda la vida.

Las cosas que amo de mi Tierrita

En mi primera entrada de este blog les mostré las razones por las que no me siento completamente feliz de ser una colombiana, pueden velo en https://laciudadanadelplaneta.wordpress.com/2018/12/16/colombiana-que-no-se-siente-100-colombiana/ . Pero como después de lo malo, siempre viene lo bueno aquí están las razones por las que estoy orgullosa de haber nacido en este país, por lo que me levanto todos los días y me digo que vale la pena seguir viviendo aquí.

  • Naturaleza: Colombia es sin duda un país lleno de naturaleza, por donde se quiera ver hay árboles, animales, aire fresco. Lo tenemos todo, alguna vez escuché las siguientes palabras que solo muestran la verdad en mi país: «Si quiere conocer el caribe, vaya a Cuba. Si quiere conocer el Pacífico, vaya a Chile. Si quiere conocer los Andes, vaya a Ecuador. Si quiere conocer la selva Amazónica, vaya a Brasil. Si quiere conocer culturas precolombinas, vaya a México o Perú. Pero si quiere ver todo eso reunido en un solo lugar, venga a Colombia.» Así es, lo tenemos todo, tenemos climas espectaculares. Si estamos en clima frío como el de Bogotá (7-20°C) y queremos más calorcito solo tenemos que viajar 3 horas (Girardot 23-34°C), si por el contrario queremos más frío manejamos 3 horas en otra dirección (Carmen de Carupa 5-14°C. Somos el tercer país más biodiverso y el de mayor diversidad de aves en el mundo. No hay ningún lugar,viajando por carretera,donde no se encuentre un paisaje mágico e inigualable.
  • «Echados pa lante«: Somos personas que no se dejan vencer fácilmente, aún con tantas adversidades y problemas por los cuales tienen que pasar muchos. Generalmente sabemos como recuperarnos y seguir con nuestras vidas. No nos quedamos estancados aunque estemos pasando por momentos difíciles, somos emprendedores y hacemos lo que tengamos que hacer aunque no sea nuestra profesión para sacar nuestra familia de un mal rato. Somos buenos trabajadores y tendemos a ayudar a otros para que también salgan adelante.
  • Mucho con Poco: Somos en extremo creativos, tenemos la facilidad de utilizar las pocas cosas que tenemos a nuestro alcance para hacer un montón de cosas necesarias e importantes. Hacemos rendir el dinero de una forma bastante impresionante, hay familias de 8 personas que sobreviven con un salario mínimo. Y lo más sorprendente es que aunque no tengamos comida ni dinero en exceso, siempre hay espacio en nuestra mesa para quien lo necesite, solo es cuestión de echarle más agüita a la sopa.
  • Amabilidad: Tenemos casi que innato el don de la amabilidad, siempre queremos ayudar a otros si los vemos en problemas, somos atentos, tendemos a brindar muy buen servicio y generalmente los extranjeros adoran nuestro sentido del humor y el sentimiento de familia y hogar que proyectamos. Atendemos en nuestras casas a extraños como si fueran nuestra propia familia, siempre queremos dar buena impresión de nuestro hogar. En resumen, queremos que quienes nos visiten se sientan cómodos, felices y como en su propia casa.
  • Música, comida y baile: Aquí hay música por todo lado, en las tiendas, en las casas, en la calle, en el bus, en todo lado. Hacemos aseo en nuestras casas escuchando música, bailando. Somos en extremo alegres y tenemos el sabor en las venas, así no bailemos bien si tenemos ganas de bailar, lo hacemos, «nos bailamos hasta el himno nacional». Tenemos un montón de comida diferente, como 20 variedades de arepa, bandeja paisa, panela, chocolate, ajiaco, sancocho, changua, cayeye, lulada, milhoja, mute, mondongo, patacón con hogao, candíl y muchisimas cosas más que son deliciosas.

Colombiana que no se siente 100% colombiana

Soy una colombiana que no se siente 100% colombiana, nací en Bogotá, pero eso no quiere decir que siempre me sienta orgullosa de la sociedad colombiana. Dudé mucho para hacer esta entrada porque siento que este tema siempre ha sido un poco como un tabú y cuando lo menciono, sobre todo en presencia de otros colombianos, siempre soy fuertemente criticada y me preguntan lo mismo: “si tanto odias a Colombia ¿qué haces aún aquí?” o “vete si te gusta tan poco tu país”. La respuesta es que no odio a mi país, pero tampoco pienso que por eso me tenga que prohibir de hablar sobre las cosas que considero que están mal o que por eso tenga que salir corriendo a otro país. Así que si leen esto, espero que tengan mente abierta y consideren si las cosas que expongo son definitivamente una mentira o se pueden tomar en consideración. Aclaro que comprendo que ninguna sociedad es perfecta y que estamos intentando también mejorar como comunidad constantemente. Voy a empezar con las cosas que no me gustan:

  • EL VIVO VIVE DEL BOBO: Desde pequeños nos enseñan a no ser el bobo de la situación, porque va a venir el vivo a pasar por encima de nosotros, así que tenemos que ser nosotros los que nos adelantemos. Tenemos que ser “abejas”. Esto no estaría mal si también nos mostraran límites, si tuviéramos claro que lo que nosotros hacemos afecta a los otros y es la razón por la que nos hemos vuelto egoístas al extremo que solo pensamos en nosotros, en hacer lo que sea necesario para alcanzar lo que queremos y las personas que tuvimos que irrespetar para lograrlo son solo daño colateral. Estos comportamientos inician en el “me tocó empujar unas personas en Transmilenio hoy para poderme montar y llegar temprano al trabajo porque me levanté tarde.” y puede llegar fácilmente a “se murieron unos cuantos campesinos inocentes mientras matábamos guerrilleros, lastima, pero era nuestra única oportunidad.”
  • SOMOS EL PAÍS MÁS FELIZ DEL MUNDO: Nos han dicho siempre esa dichosa frase, somos el país más feliz del mundo ¿realmente lo somos? Puede que seamos un país con personas alegres, que celebramos todo, lo bueno y lo malo, bailamos, reímos y gozamos. Pero de ahí a que seamos las personas más felices del mundo, falta mucho. Es probable que si usted le pregunta a cualquier persona del común si es feliz, le diga que sí, puede que si lo sea, pero también que le esté mintiendo o peor, que se esté mintiendo a sí mismo; porque nos han enseñado que no estar felices está mal y critican a quien no lo está porque “ay tan cansón, nunca se conforma con nada y habiendo tanta gente que tiene menos y es feliz”. Pero me gustaría que le preguntaran a los niños que se mueren todos los días de hambre en la Guajira si son felices o a los ancianos que su familia abandona porque son “una carga”. Pienso que este sentimiento de falsa felicidad lo único que ha generado es un grave problema de conformismo, en el que las personas no luchan por algo mejor porque hay personas que están peor y aun así se ven felices o porque preferimos celebrarlo todo para no enfocarnos en los verdaderos problemas para poder solucionarlos.
  • Y ESE QUIEN SE CREE: Tenemos una fuerte tendencia al chisme, la envidia, la hipocresía y la crítica, probablemente por nuestro legado católico (pero ese es un tema que no abordaré en este momento). Queremos siempre saber que hizo la vecina, el ex compañero de colegio, la prima, el colega, etc. Si le pasó algo bueno decimos “jum que bien por él o ella, quién sabe que torcido hizo para ganárselo”, luego nos lo o la encontramos en la calle y le damos una gran sonrisa y felicitación, luego volvemos a hablar con otro vecino mal del que acabamos de felicitar. Ahora, si lo que le pasó fue algo malo, decimos “pobrecito, pero es que se había demorado en que le pasara, él o ella se lo buscó” y repetimos la misma coreografía. Nos duele que los otros progresen y nosotros no, aunque sean personas que apreciamos; aun así tampoco empleamos mucho de nuestro tiempo en hacer las cosas mejor que el otro o solo lo hacemos por superarlos, no por nosotros.
  • IDEALIZAMOS A LOS EXTRANJEROS: Creemos que los extranjeros son lo mejor del mundo, tienen dinero y vida perfecta. Pero cuidado, extranjeros para nosotros son específicamente asiáticos, europeos y estadounidenses, preferiblemente si son monos (rubios), altos y de ojos verdes; porque los sudamericanos y centroamericanos son por completo subvalorados. Preferimos un novio extranjero, les damos mejores oportunidades de empleo que a los paisanos y si vemos a un o una colombiana con pareja extranjera decimos “uy consiguió marrano”. Suponemos tantas cosas de los extranjeros que cuando vamos a sus países vemos que no tenemos un trato especial, nos desilusionamos.
  • NECESITAMOS QUE NOS VIGILEN: Estamos acostumbrados a hacer las cosas bien solo porque si no las hacemos, habrán consecuencias. Pero si no nos vigilan sale a flote toda esa “malicia indígena” para hacer algo audaz y jactarnos de eso. Básicamente estoy diciendo que no está claro si las cosas se hacen o no porque sepamos que están bien o mal, o porque alguien más lo dice y me puede castigar. Todo esto incluye desde el universitario que aprovechó para sacar el cuaderno en un examen porque “el cucho dio papaya” hasta el político corrupto que va sacando de a 2 milloncitos mensuales del presupuesto porque “es tanto dinero que 2 milloncitos no se notan ni hacen falta”.

Bueno, ya hablé de lo malo y de pronto algunos ya me están odiando. Ahora es momento de hablar de lo bueno, Las cosas que amo de mi tierrita en el siguiente post https://laciudadanadelplaneta.wordpress.com/2019/02/24/las-cosas-que-amo-de-mi-tierrita/.

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